Estudio Bíblico: LA SANGRE QUE SALVA - (LA SANGRE EFICAZ)
DANDO MUERTE AL PECADO (SACRIFICIOS) LA
SANGRE QUE SALVA
Hebreos 10:8-4
10 Porque la ley de Moisés era solamente una sombra de los bienes que
habían de venir, y no su presencia verdadera. Por eso la ley nunca puede hacer perfectos a quienes cada año se acercan
a Dios para ofrecerle los mismos sacrificios.
2 Pues si la ley realmente pudiera purificarlos del pecado, ya no se
sentirían culpables, y dejarían de ofrecer sacrificios. 3 Pero estos sacrificios
sirven más bien para hacerles recordar sus pecados cada año. 4 Porque la sangre de los
toros y de los chivos no puede quitar los pecados.
5 Por eso Cristo, al entrar en el mundo, dijo a Dios:
«No quieres sacrificio ni ofrendas, sino que me has
dado un cuerpo.
6 No te agradan los holocaustos ni las ofrendas para quitar el pecado.
7 Entonces dije: “Aquí estoy, tal como está escrito de mí en el libro, para hacer tu voluntad, oh Dios.”»
6 No te agradan los holocaustos ni las ofrendas para quitar el pecado.
7 Entonces dije: “Aquí estoy, tal como está escrito de mí en el libro, para hacer tu voluntad, oh Dios.”»
8 En primer lugar, dice que Dios no quiere ni le agradan sacrificios ni
ofrendas de animales, ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son
cosas que la ley manda ofrecer. 9 Y después añade: «Aquí vengo para hacer tu voluntad.»
Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en su lugar uno
nuevo. 10 Dios
nos ha consagrado porque Jesucristo hizo la voluntad de Dios al ofrecer su
propio cuerpo en sacrificio una sola vez y para siempre.
11 Todo sacerdote judío oficia cada día y sigue ofreciendo muchas veces los
mismos sacrificios, aunque éstos nunca pueden quitar los pecados.
//Hebreos 9:25
25 Y no
entró (JESÚS) para ofrecerse en sacrificio muchas veces, como hace cada año
todo sumo sacerdote, que entra en el santuario para ofrecer sangre ajena
26 Si ése
fuera el caso, Cristo habría tenido que morir muchas veces desde la creación
del mundo. Pero el hecho es que ahora, en el final de los tiempos, Cristo ha
aparecido una sola vez y para siempre, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio
para quitar el pecado. 27 Y así
como todos han de morir una sola vez y después vendrá el juicio,
*28 así
también Cristo ha sido ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los
pecados de muchos. Después aparecerá por segunda vez, ya no en relación con
el pecado (SIN RELACIÓN CON EL PECADO), sino para salvar a los que lo
esperan.
La
perfección primero en JESUCRISTO
//HEBREOS 7:22-28
22 Por
tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.
23 Y los
otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
24 mas éste,
por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
25 por lo
cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos.
26 Porque
tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los
pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
27 que no
tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero
sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para
siempre, ofreciéndose a sí mismo.
28 Porque la
ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del
juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre
12 Pero Jesucristo ofreció por los pecados un solo sacrificio para siempre,
y luego se sentó a la derecha de Dios. 13 Allí está esperando hasta que Dios haga de sus
enemigos el estrado de sus pies, 14 porque por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que han
sido consagrados a Dios.
//Tenía que ser perfecto el ser entregado, para
poder interceder por el pecador.
//Relación del
versículo 10 con el 14,
Heb. 10:10 “En esa voluntad somos santificados” mediante la ofrenda de Jesucristo hecha una vez para siempre
Heb. 10:10 “En esa voluntad somos santificados” mediante la ofrenda de Jesucristo hecha una vez para siempre
Heb. 10:14 “Porque con una sola ofrenda hizo perfectos
a los santificados”
Entonces haciendo
relación estos dos versículos nos dice
que los que hacen la voluntad de Dios son santificados, y que hizo perfectos a
los santificados con una sola ofrenda (el sacrificio de Jesús)
15 Y el Espíritu Santo nos lo confirma, al decir:
16 «La alianza que haré con ellos
después de aquellos días,
será ésta, dice el Señor:
Pondré mis leyes en su corazón
y las escribiré en su mente.
17 Y no me acordaré más de sus pecados y maldades.»
después de aquellos días,
será ésta, dice el Señor:
Pondré mis leyes en su corazón
y las escribiré en su mente.
17 Y no me acordaré más de sus pecados y maldades.»
18 Así pues, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hay necesidad de
más ofrendas por el pecado.
(18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el
pecado. RV1960)
19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar
Santísimo por la sangre de Jesucristo,
Vamos a Hebreos para ver cómo era
antes.
//
Hebreos 9:1-28
Ineficacia
de los sacrificios antiguos (El Sacerdote)
9 Ahora bien, la primera alianza tenía sus reglas para el culto,
pero en un santuario terrenal. 2 La tienda
se levantó de tal forma que en su primera parte, llamada el lugar santo,
estaban el candelabro y la mesa con los panes consagrados a Dios. 3 Detrás del segundo velo estaba el llamado Lugar santísimo; 4 allí había un altar de oro para quemar el incienso, y el arca de
la alianza cubierto de oro por todos lados. En el arca había una jarra de oro
que contenía el maná, y también estaban el bastón de Aarón, que había retoñado,
y las tablas de la alianza. 5 Encima
del arca estaban los seres alados que representaban la presencia de Dios, los
cuales cubrían con sus alas la tapa del arca. Pero por ahora no es necesario
dar más detalles sobre estas cosas.
6 Preparadas así las cosas, los sacerdotes entran continuamente en
la primera parte de la tienda para celebrar los oficios del culto. 7 Pero en la segunda parte entra únicamente el sumo sacerdote, y
sólo una vez al año; y cuando entra, tiene que llevar sangre de animales para
ofrecerla por sí mismo y por los pecados que el pueblo comete sin darse cuenta. 8 Con esto el Espíritu Santo nos da a entender que, mientras la
primera parte de la tienda seguía existiendo, el camino al santuario todavía no
estaba abierto. 9 Todo esto
es un símbolo para el tiempo presente; pues las ofrendas y sacrificios que allí
se ofrecen a Dios no pueden hacer perfecta la conciencia de los que así lo adoran. 10 Se trata únicamente de alimentos, bebidas y ciertas ceremonias de
purificación, que son reglas externas y que tienen valor solamente hasta que Dios cambie
las cosas.
Eficacia
del sacrificio de Cristo
11 Pero Cristo ya vino, y ahora él es el Sumo sacerdote de los bienes
definitivos. El santuario donde él actúa como sacerdote es mejor y más
perfecto, y no ha sido hecho por los hombres; es decir, no es de esta creación. 12 Cristo ha entrado en el santuario, ya no para ofrecer la sangre de
chivos y becerros, sino su propia sangre; ha entrado una sola vez y para
siempre, y ha obtenido para nosotros la liberación eterna. 13 Es verdad que la sangre de los toros y chivos, y las cenizas de la
becerra que se quema en el altar, las cuales son rociadas sobre los que están
impuros, tienen poder para consagrarlos y purificarlos por fuera. 14 Pero si esto es así, ¡cuánto más poder tendrá la sangre de Cristo!
Pues por medio del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como
sacrificio sin mancha, y su sangre limpia nuestra conciencia de las obras que
llevan a la muerte, para que podamos servir al Dios viviente.
La nueva
alianza
15 Por eso, Jesucristo es mediador de una nueva alianza y un nuevo testamento,
pues con su muerte libra a los hombres de los pecados cometidos bajo la primera
alianza, y hace posible que los que Dios ha llamado reciban la herencia eterna
que él les ha prometido. 16 Para que
un testamento entre en vigor, tiene que comprobarse primero la muerte de la
persona que lo hizo. 17 Pues un
testamento no tiene valor mientras vive el que lo hizo, sino sólo cuando ya ha
muerto. 18 Por eso,
la primera alianza también se estableció con derramamiento de sangre. 19 Moisés anunció todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo;
después tomó lana roja y una rama de hisopo, las mojó en la sangre de los
becerros y los chivos mezclada con agua, y roció el libro de la ley y también a
todo el pueblo. 20 Entonces
les dijo: «Ésta es la sangre que confirma la alianza que Dios ha ordenado para
ustedes.» 21 Moisés
roció también con sangre el santuario y todos los objetos que se usaban en el
culto.
22 Según la ley, casi todo tiene que
ser purificado con sangre; y no hay perdón de pecados si no hay derramamiento
de sangre.
23 De manera que se necesitaban tales sacrificios para purificar
aquellas cosas que son copias de lo celestial; pero las cosas celestiales
necesitan mejores sacrificios que ésos.
El acceso
a Dios
24 Porque Cristo no entró en aquel santuario hecho por los hombres,
que era solamente una figura del santuario verdadero, sino que entró en el
cielo mismo, donde ahora se presenta delante de Dios para rogar en nuestro
favor. 25 Y no
entró para ofrecerse en sacrificio muchas veces, como hace cada año todo sumo
sacerdote, que entra en el santuario para
ofrecer sangre ajena. 26 Si ése
fuera el caso, Cristo habría tenido que morir muchas veces desde la creación
del mundo. Pero el hecho es que ahora, en el final de los tiempos, Cristo ha aparecido
una sola vez y para siempre, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio para quitar
el pecado. 27 Y así
como todos han de morir una sola vez y después vendrá el juicio,28 así
también Cristo ha sido ofrecido en sacrificio una sola vez para quitar los pecados
de muchos. Después aparecerá por segunda vez, ya no en relación con el pecado,
sino para salvar a los que lo esperan.
LA
SEMEJANZA DE CÓMO ERA EL SACRIFICIO ANTES Y AHORA
20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo,
esto es, de su carne,
21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que
prometió.
24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras;
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre,
sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Cómo debemos
mantenernos después de ser limpios
Advertencia
al que peca deliberadamente
26 Porque si seguimos pecando intencionalmente después de haber
conocido la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados; 27 solamente nos queda la terrible amenaza del juicio y del fuego
ardiente que destruirá a los enemigos de Dios. 28 Cuando alguien desobedece la ley de Moisés, si hay dos o tres
testigos que declaren contra él, se le condena a muerte sin compasión. 29 Pues ¿no creen ustedes que mucho mayor castigo merecen los que
pisotean al Hijo de Dios y desprecian su sangre, los que insultan al Espíritu
del Dios que los ama? Esa sangre es la que confirma la alianza, y con ella han
sido ellos consagrados. 30 Sabemos
que el Señor ha dicho: «A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré.» Y ha
dicho también: «El Señor juzgará a su pueblo.» 31 ¡Terrible cosa es caer en las manos del Dios viviente!
32 Pero recuerden ustedes los tiempos pasados, cuando acababan
ustedes de recibir la luz y soportaron con fortaleza los sufrimientos de una
gran lucha. 33 Algunos
de ustedes fueron insultados y maltratados públicamente, y otros se unieron en
el sufrimiento con los que fueron tratados así.34 Ustedes
tuvieron compasión de los que estaban en la cárcel, y hasta con alegría se
dejaron quitar lo que poseían, sabiendo que en el cielo tienen algo que es
mucho mejor y que permanece para siempre. 35 No pierdan, pues, su confianza, porque ella les traerá una gran
recompensa.36 Ustedes necesitan tener fortaleza en el
sufrimiento, para hacer la voluntad de Dios y recibir así lo que él ha
prometido. 37 Pues la
Escritura dice:
«Pronto, muy pronto,
vendrá el que tiene que venir.
No tardará.
38 Mi justo por la fe vivirá;
pero si se vuelve atrás,
no estaré contento de él.»
vendrá el que tiene que venir.
No tardará.
38 Mi justo por la fe vivirá;
pero si se vuelve atrás,
no estaré contento de él.»
39 Y nosotros no somos de los que se vuelven atrás y van a su
condenación, sino de los que alcanzan la salvación porque tienen fe.
MOTIVÉMONOS
ENTRE NOSOTROS.
HEBREOS 12:2
12 Por tanto, nosotros también,
teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del
pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante,
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual
por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y
se sentó a la diestra del trono de Dios.
3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores
contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra
el pecado;
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